Reforma iglesia Escola Pia Balmes

Promotor: Escola Pia de Catalunya

Superficie: 210 m2

Localización: c/ Balmes 208, Barcelona

Presupuesto: 100.000 €

Fecha: Septiembre 2019

La iglesia de la Escola Pia Balmes, es un volumen arquitectónico contenido dentro del propio edificio de la escuela, pero con acceso independiente desde la calle.

La planta de conjunto, revela la posición estratégica de la iglesia dentro del edificio. Ocupa la profundidad de la medianera del chaflán de Balmes-Travesera de Gracia, mostrando su propia fachada neoclásica, buscando un lugar en la calle. La crujía, de unos 8,50 metros de ancho, da fachada al patio central de todo el edificio, donde se sitúan unas vidrieras de aire moderno, de hormigón y vidrios de colores. El patio no llega a la planta baja, quedando la iglesia, en una especie de semisótano en oscuridad respecto a la cota del patio. Este hecho, sumado a la posición de medianera de la otra fachada larga, le otorga una notable inercia térmica al espacio, siendo fresco en verano y cálido en invierno.

La intervención, requería un espacio polivalente que pudiera mantener también su carácter litúrgico para las misas de los fines de semana para la gente del barrio. La escuela tiene un ambicioso proyecto educativo con diferentes itinerarios curriculares donde, la danza, la música y el teatro, necesitan espacios adecuados. Disponer de acceso directo desde la calle, permite celebrar también todo tipo de actos como extra-escolares, yoga, conciertos o presentaciones. El reto consistió en diseñar un espacio capaz de transformarse y acoger todas estas actividades con solvencia, generando ambientes y atmósferas diversas.

La obra se tenía que hacer en los dos meses de vacaciones de verano y con un presupuesto muy reducido de 100.000 euros, así que se decidió revestir el espacio con un elemento de madera simple y repetitivo que permitiera abaratar los costes y el número de industriales necesarios. Diferentes encendidos de luz darían escenografías diferentes que calificarían el espacio de maneras diversas y, la madera, serviría tanto de acabado y revestimiento de las paredes, como de tamiz y reflejo de la luz, aportando calidez. El ritmo de los tablones de madera se adapta a las existencias. Se buscó un módulo capaz de absorber las jácenas descolgadas del techo, la estructura de las vidrieras y los elementos verticales de megafonía y sonido, buscando un múltiplo que se fuera adaptando. En las paredes se simularon perspectivas para comprobar una separación adecuada de 18 cm, que permite incluir los altavoces y los ventiladores verticales. Las vidrieras soportan un módulo de 2×18 = 36 cm y el techo 4×18 = 72 cm.

La pared del fondo se pintó simplemente de blanco para aprovechar el rebote de la luz. El rastelado de las paredes soporta, al mismo tiempo, las tiras led de luz y el revestimiento de madera final. Se eligió una temperatura de color cálida de 2.800 °K y una potencia de 14 W / m en paredes y 21 W / m en techo para garantizar las diferentes necesidades lumínicas.